El Mercedes-Benz R129, también conocido como Mercedes SL, marcó un antes y un después cuando fue presentado por primera vez en 1989. Sucesor del carismático R107, el R129 supuso una revolución en tecnología, seguridad y diseño. No era un roadster cualquiera: era un gran turismo de élite, una máquina precisa con la clásica elegancia germánica.

En Córcega Cars, consideramos el R129 uno de los grandes iconos de los años 90. Su equilibrio entre prestaciones, confort y presencia lo convierten en un coche clásico moderno ideal, tanto para coleccionistas como para quienes buscan una experiencia de conducción única con garantías de fiabilidad y distinción.

Diseño: formas puras, presencia contundente

El R129 eliminó los cromados innecesarios y las formas angulosas de su predecesor para adoptar una silueta limpia, robusta y atemporal. Su línea esculpida, con proporciones perfectas entre capó, cabina y maletero, aún hoy transmite presencia y autoridad sin necesidad de estridencias.

Los faros rectangulares dobles, la parrilla delantera horizontal y los pilotos traseros anchos definen su identidad. El techo duro retráctil automático, una auténtica joya de ingeniería en su momento, permite pasar de coupé a cabrio con solo pulsar un botón. Esta sofisticación técnica fue uno de los grandes sellos del R129.

A lo largo de su vida comercial, el modelo recibió sutiles retoques, como llantas específicas, mejoras aerodinámicas y ópticas rediseñadas, pero siempre mantuvo su esencia inconfundible.

Ingeniería al servicio del conductor

El R129 no solo brillaba por fuera. Bajo el capó, Mercedes ofrecía una gama de motores que iba desde los eficientes 6 cilindros en línea hasta los brutales V12 de 6.0 litros. Desde el 300 SL hasta el legendario SL 600, todos los modelos compartían una misma filosofía: suavidad de marcha, potencia controlada y fiabilidad alemana.

La innovación técnica era su gran virtud. El rollbar automático, el sistema de suspensión adaptativa (ADS), el ESP en versiones posteriores, y un confort de marcha digno de una berlina de lujo lo situaron por delante de sus competidores. En su época, simplemente no había otro descapotable igual.

Un interior para disfrutar a diario

Entrar en un R129 es entrar en un espacio diseñado para durar. Materiales nobles, ajustes precisos y una ergonomía que prioriza el confort sin renunciar a lo deportivo. Los asientos, firmes y envolventes, podían incorporar calefacción, ajuste eléctrico con memoria e incluso climatización en versiones avanzadas.

El aislamiento acústico es sobresaliente, tanto con el techo duro puesto como con la capota de lona. El salpicadero, con su instrumentación clara y funcional, refleja el estilo sobrio pero sofisticado típico de Mercedes en los años 90.

En sus versiones más lujosas, el SL contaba con teléfono integrado, cargador de CD, climatizador automático bizona y acabados en madera de raíz de nogal.

Evolución del modelo: refinamiento continuo

El R129 estuvo en producción desde 1989 hasta 2001, con distintas actualizaciones mecánicas y estéticas. Se puede dividir en tres grandes etapas:

  • 1989-1995 (Fase I): Los primeros modelos incluían los 300 SL (6 cilindros) y 500 SL (V8), con motores aún derivados de los años 80. Excelente calidad de construcción y diseño puro.
  • 1995-1998 (Fase II): Restyling leve, nuevo sistema de nomenclatura (SL 280, SL 320, SL 500, SL 600). Se introducen mejoras electrónicas, ABS, ASR, airbag lateral, nuevos motores más eficientes y ligeros.
  • 1998-2001 (Fase III): Última etapa con ópticas rediseñadas, motores con tres válvulas por cilindro, caja automática de cinco velocidades electrónica y equipamientos de lujo mejorados. Es la versión más refinada y buscada.

Todos los R129 tienen potencial como clásicos de colección, pero los SL 500 y SL 600 con bajo kilometraje y mantenimientos documentados son los más codiciados.

Ficha técnica Mercedes-Benz SL 500 (R129)

  • Motor: V8 atmosférico, M119
  • Cilindrada: 4.973 cm³
  • Potencia máxima: 320 CV @ 5.500 rpm
  • Par máximo: 470 Nm / 3.900 rpm
  • Transmisión: Automática de 4 o 5 velocidades (según año)
  • Tracción: Trasera
  • Suspensión delantera: Independiente con sistema de brazos múltiples
  • Suspensión trasera: Multibrazo independiente
  • Frenos: Discos ventilados en las cuatro ruedas con ABS
  • Peso: 1.900 – 2.000 kg
  • Velocidad máxima: 250 km/h (autolimitada)
  • Aceleración 0-100 km/h: 6,2 segundos
  • Consumo medio: 11-14 L/100 km
  • Años de producción: 1989 - 2001

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